Un adulto feliz y sano, fue un niño feliz y querido. La seguridad en sí mismos, dependerá del cariño que le hayamos ofrecido. Los niños y adolescentes necesitan sentirse queridos por quienes son.
Aquí hay algunas formas de decir “te quiero” a los hijos:
1. Podemos literal decirles “te quiero”.
2. Darle abrazos, caricias y atención individualizada.
3. Darle besos de buenas noches y quedarse un rato junto a él.
4. Contarle un cuento en las noches. Es un momento especial, podemos dejarle que escoja el cuento, no se le olvidará nunca.
5. Contarle anécdotas que demuestren lo mucho que lo quieres, por ejemplo, cuando estaban esperando a que naciera, la cara que pusieron cuando lo vieron por primera vez, lo mucho que lo cargaban de bebé, etc.
6. Hacerle cosquillas o “comerlo a besos”. Por ejemplo después de bañarse, cuando lo despertemos en la mañana, al regresar a la casa, o en cualquier ocasión.
7. Cuando son chicos, decirle que le vas a contar un secreto y susurrarle que es el niño que más quieres del mundo.
8. Jugar con él y pasar tiempo juntos. A veces nos preocupamos de la colegiatura, el vestido, la comida, las clases, etc. Pero lo que le importa al niño es estar con sus papás.
9. Ir a sus eventos y procurar llegar pronto y ponerse en primera fila, con cámara y cara de ilusión. Con esto sentirá que no hay nada más importante para su papá o mamá.
10. En los momentos malos, es cuando más necesita cariño, si está preocupado, preguntarle que le pasa y ofrecer apoyo y ternura.
11. Hacer juntos un pastel, aprovechar para conocerlo, platicar sus gustos, preferencias, amigos, etc.
12. Preparar su cena preferida.
13. Guardar sus cartas y dibujos que te ha regalado y más tarde enseñárselo, acordándose de pequeñas anécdotas de esa época.
14. Cuando te cruces por su camino, ofrécele un abrazo, una caricia, una palmada, diciéndole algo cariñoso.
15. Poner una galería de fotos en algún lugar de la casa.
16. Escucharlo con mucha atención y dedicarle un tiempo a solas, al escucharlo mirarlo a los ojos, con expresión alentadora.
17. Ríete con él con frecuencia, por ejemplo con un chiste, una rima, adivinanza, etc.
18. Reconoce los esfuerzos que hace.
19. Sonríe mucho, cuando se vaya despídete de él en la puerta y recíbelo cuando regrese.
20. Cuando se le dice que no, aprovechar para explicarle lo mucho que lo queremos y la razón por la que le decimos que no.
Para crear vínculo, se necesita pasar tiempo con ellos. Como dice Aaron Hass, “cuánto más crezca el niño, sin haber creado un vínculo con él, mas incómodos se sentirán los dos cuando estén juntos, y cuanto más incómodos se sientan, menos tiempo van a querer pasar juntos”
Al final del día podemos reflexionar cuántas muestras de cariño ha recibido. Un abrazo, por ejemplo, dura 4 segundos, de los 86,400 que tenemos en el día.