Es importante entender la enfermedad, porque muchas veces los papás pueden sentir angustia, miedo, tristeza, enojo o culpa. Estos sentimientos son normales, pero no colaboran en el tratamiento de la enfermedad. Los papás y hermanos son muy importantes en la recuperación de la persona con trastornos alimentarios.

    La culpabilidad que pueden sentir a veces los papás, los paraliza para poder ayudar al hijo/a, por eso es esencial saber que estas enfermedades son multifactoriales, es decir tienen muchos factores que juntos hicieron que se presentaran. El más importante es la base es la genética, que por un lado predispone a la enfermedad y por otro predispone a cierto tipo de personalidad y de cómo es afectada la persona por el medio externo.

    Para poder avanzar en el tratamiento, los padres deben comprender que estas enfermedades no son voluntarias, ningún paciente quiso tenerlo, pero que a veces el curarse les puede causa mucho miedo.

    Podemos imaginarnos que es como si existiera una voz que acosa a la persona y hace que se comporte de una manera patológica y que tenga resistencia al tratamiento, los papás deben identificar que acciones hace la persona por obedecer a esa voz que le causa tanto miedo y tratar a la persona con compasión.

    También se recomienda conocer los factores que ayudaron a que la enfermedad aparezca, ya que son los mismos que hacen que se perpetúe.

    También comprender que el tratamiento de los trastornos alimentarios suele ser largo, entre 6 meses a años. Este tiempo depende de la edad en la que apareció la enfermedad, el tiempo que se tardo en tratar, la severidad y la presencia de otras enfermedades.

    Para iniciar el tratamiento se recomienda ubicar el grupo de especialistas y verificar que tengan el enfoque o corriente recomendada para el tipo de enfermedad, y ya en tratamiento, tener paciencia y constancia, ya que es tardado y los resultados no se ven tan rápidamente, en especial, las primeras semanas del tratamiento que suelen ser difíciles.

    A veces a las pacientes no les gusta el tratamiento o uno de los especialistas y muchas veces es porque la enfermedad no la deja ver y tiene mucho miedo, otras sí pudiera ser que efectivamente no sea el mejor especialista, pero debemos tomar un poco de tiempo, para ver cambios si hay cambios y tener constancia.

 

Imagen:www.padresyhogar.com/como-entender-a-los-adolescentes/

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