Los seres humanos por naturaleza comemos por intuición, pero existen ciertas personas que la han perdido y guían su alimentación con base en señales externas en lugar de señales internas (hambre/saciedad), esto a la larga ocasiona subidas y bajadas de peso, angustia, culpabilidad, desperdicio de tiempo en pensar en comida y dieta, etc.

Existen 4 clases de personas que no comen por intuición:

•  Comedores cuidadosos. Son personas que están pendientes de todo lo que comen, en la superficie parecen comedores perfectos, conscientes de la nutrición, salud y ejercicio, pero en el fondo se angustian, analizan las etiquetas, revisan los alimentos que comen, muchos son meticulosos entre semana y en fin de semana se “merecen” comer más. Al parecer no tiene de nada de malo, excepto por la intensa vigilancia, monitoreo y gasto de tiempo pensando en la comida, existe una línea entre la salud y más bien la búsqueda constante de la imagen corporal. Estos comportamientos son bien vistos e incluso admirados, sin embargo en el fondo, no siempre son comedores intuitivos.

•  Dietista profesional. Todo el tiempo están a dieta, saben mucho de porciones de comida, calorías y trucos. La comida la usan para bajar de peso, no para la salud o para disfrutarla. Cuando no están a dieta, están pensando la siguiente dieta que deben empezar. Comen como si fuera la última vez que van a comer en su vida, porque en su mente, ciertos alimentos están “prohibidos”. Tienen un círculo vicioso de dieta-pérdida de peso-atracón. Si empiezan a los 15 años, tienen 8 veces más de riesgo de caer en un Trastorno Alimentario.

•  Comedor inconsciente. Son personas que comen, pero no se dan cuenta cuánto comen, que comen e incluso sabor de la comida. Estas personas pueden tener mayor alimentación crónicamente. No se dan cuenta de que entre el primer bocado y el ultimo se va satisfaciendo el hambre y por lo mismo el gusto por el alimento. Hay cuatro grupos:

– Comedor Caótico: Tiene la vida muy ocupada, come comida de fastfood o de máquina, la nutrición y la dieta son importantes, pero en el caos no identifican el hambre y pueden quedarse mucho tiempo sin comer.

– Comedor inconsciente que no rechaza: Vulnerable con la presencia de comida, si está en reuniones o con alimento enfrente no está consciente de lo que come o por cuanto tiempo. Los eventos, cocteles o bufetes son difíciles para él.

– Comedor que no desperdicia: El valor de la comida es más por el precio, le interesa comer más por su dinero,  se acaba siempre su plato y a veces hasta los de otros.

– Comedor inconsciente emocional: Usa la comida para lidiar con emociones como angustia, estrés, soledad, piensa que el problema es la comida y no que tiene alteraciones más profundas.

​​​​​​​Tribole E, Resch E. (2003). Intuitive Eating. 5th Edition, St Martin Griffin. New York.

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